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¿Qué son las compulsiones
La compulsión es por tanto la realización de una acción de forma repetitiva e igual y que no se puede impedir hacer. La conducta se realiza de una determinada manera o un número determinado de veces, de forma que cualquier incidente que impida su exacta realización supone empezar de nuevo el ritual.
La conducta en sí no tiene ninguna finalidad sino que pretende evitar un acontecimiento negativo y rebaja la tensión que el sujeto padece. Aunque la persona intente no realizar la acción, la tensión interior que le genera va aumentando, hasta que realiza el acto ritualizado.
Dos ejemplos para entenderlo mejor:
Unas de las ideas obsesivas que suelen darse con más frecuencia en personas que padecen esta enfermedad son:
♦ El miedo a contaminarse al tocar objetos. Quien lo padece piensa constantemente que al tocar determinados objetos se contamina,(Idea obsesiva) esto le genera una gran tensión y para liberarse de ella necesita lavarse varias veces y de una determinada manera la parte o partes de su cuerpo que considera que están sucias (Compulsión). El lavarse se realiza tantas veces que la persona puede llegar a causarse heridas.
♦ La duda de haber realizado o no haber hecho alguna acción y cuyas consecuencias se prevén catastróficas. Por ejemplo alguien duda si ha apagado el gas al salir de su casa, y empieza a pensar en las consecuencias de haber dejado el gas abierto: una explosión, un incendio (Idea obsesiva). Esto genera tal tensión en el individuo que se ve obligado a comprobar una y otra vez que el gas estaba apagado (Compulsión).
Otra aclaración
Tanto las obsesiones como las compulsiones no pueden confundirse con determinados rituales o supersticiones que todo el mundo puede tener o realizar. Llegan a ser un trastorno cuando el malestar que generan en la persona que los padece o la dedicación que invierte en realizar las compulsiones le impiden llevar su vida con normalidad.
¿Qué hacer?
Una de las dificultades que suele tener el tratamiento de este tipo de enfermedad es el tiempo en que la persona tarda en pedir ayuda. Como el individuo que las padece es consciente de lo absurdo de su comportamiento es una enfermedad que se suele llevar en secreto, bien uno solo o bien a veces la propia familia también tiende a esconder el problema.
Por eso, te interesa saber que tanto las obsesiones como las compulsiones tienen solución y que el tratamiento de la enfermedad es más eficaz cuanto antes se detecta el problema. Por eso si te sientes identificado/a en algún síntoma, no lo mantengas en secreto coméntalo con tus padres o algún amigo intimo y pedir ayuda a un especialista.
¿Qué son las compulsiones
La compulsión es por tanto la realización de una acción de forma repetitiva e igual y que no se puede impedir hacer. La conducta se realiza de una determinada manera o un número determinado de veces, de forma que cualquier incidente que impida su exacta realización supone empezar de nuevo el ritual.
La conducta en sí no tiene ninguna finalidad sino que pretende evitar un acontecimiento negativo y rebaja la tensión que el sujeto padece. Aunque la persona intente no realizar la acción, la tensión interior que le genera va aumentando, hasta que realiza el acto ritualizado.
Dos ejemplos para entenderlo mejor:
Unas de las ideas obsesivas que suelen darse con más frecuencia en personas que padecen esta enfermedad son:
♦ El miedo a contaminarse al tocar objetos. Quien lo padece piensa constantemente que al tocar determinados objetos se contamina,(Idea obsesiva) esto le genera una gran tensión y para liberarse de ella necesita lavarse varias veces y de una determinada manera la parte o partes de su cuerpo que considera que están sucias (Compulsión). El lavarse se realiza tantas veces que la persona puede llegar a causarse heridas.
♦ La duda de haber realizado o no haber hecho alguna acción y cuyas consecuencias se prevén catastróficas. Por ejemplo alguien duda si ha apagado el gas al salir de su casa, y empieza a pensar en las consecuencias de haber dejado el gas abierto: una explosión, un incendio (Idea obsesiva). Esto genera tal tensión en el individuo que se ve obligado a comprobar una y otra vez que el gas estaba apagado (Compulsión).
Otra aclaración
Tanto las obsesiones como las compulsiones no pueden confundirse con determinados rituales o supersticiones que todo el mundo puede tener o realizar. Llegan a ser un trastorno cuando el malestar que generan en la persona que los padece o la dedicación que invierte en realizar las compulsiones le impiden llevar su vida con normalidad.
¿Qué hacer?
Una de las dificultades que suele tener el tratamiento de este tipo de enfermedad es el tiempo en que la persona tarda en pedir ayuda. Como el individuo que las padece es consciente de lo absurdo de su comportamiento es una enfermedad que se suele llevar en secreto, bien uno solo o bien a veces la propia familia también tiende a esconder el problema.
Por eso, te interesa saber que tanto las obsesiones como las compulsiones tienen solución y que el tratamiento de la enfermedad es más eficaz cuanto antes se detecta el problema. Por eso si te sientes identificado/a en algún síntoma, no lo mantengas en secreto coméntalo con tus padres o algún amigo intimo y pedir ayuda a un especialista.
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