Descripción
Han sido diseñados para llevar a cabo la demolición secundaria (separación o reducción en fragmentos del escombro para facilitar su carga y posterior transporte). Se distinguen por la amplia apertura de las mordazas, por la gran fuerza de cierre y por la velocidad del ciclo de trabajo. Poseen la capacidad de separar el hierro redondo de la armadura del hormigón, para permitir su reutilización como chatarra y como áridos; asimismo pueden ser aplicados no sólo en la fracturación en el suelo, sino también en la demolición de pavimentos, tapias y estructuras de altura mediana, incluso verticales.